lunes, 17 de diciembre de 2012

ENTREVISTA A JORGE DUBARRY, DRAMATURGO

Jorge Dubarrry

Desde el blog SevillaCultural, hablamos con Jorge Dubarry, dramaturgo y director de escena, que en 1998 funda ¿Por qué teatro?

Este artista sevillano, que ha llegado a estar un par de años alejado de los teatros, decidió volver a la actividad y lo ha hecho con un ritmo trepidante.

En los últimos meses, Dubarry está de actualidad  por la apuesta que él junto con otros autores sevillanos están llevando en el mundo del teatro. Se trata del TEATRO MÍNIMO, que está llevando a cabo ahora su tercera edición. En esta tercera fase, la obra en la que Jorge Dubarry participa es “Más maja que las pesetas”, y no lo hace desde la dirección como hiciera en “Culto a la Abundancia”, sino que lo hace en calidad de actor. Esta obra, escrita y dirigida por Javier Berger, trata de política, de influencias, de subvenciones… Algo de plena actualidad.

Buenos días Jorge. Antes que nada ¿Cómo surge Por qué Teatro? ¿Cómo comienza todo?

Yo estudiaba en el Instituto Severo Ochoa y allí se formó un taller de teatro en el que me inscribí y  que empezó a funcionar muy bien. A través del monitor del mismo, tuve la oportunidad de conocer a personas relacionadas con este mundo como Francisco Torres. Enseguida comencé a hacer cosillas como unos pasacalles en Expo Juventud, alguna colaboración con alguna compañía… Hasta que en 1998, decido montar mi propia compañía ¿Por qué teatro? Que 14 años después sigue funcionando. Con parones incluidos pero el caso es que ahí seguimos. Y que dure…

¿Cómo te encuentras?

Bueno, ahora un poco resfriado (bromea), pero bien. Muy contento de haber vuelto a la actividad, lo que pasa es que no tengo término medio. Después del parón de casi dos años ahora estoy que no paro. La verdad es que lo llevo con alegría pero este ritmo de las últimas semanas con tantas funciones cansa un poco.

Cuéntanos, ¿Por qué ese parón?

Pues porque a veces las cosas no salen como uno quiere y hay momentos en que es mejor parar, tomar aire e impulso y con ese impulso tirar para adelante. . El teatro no está pasando por su mejor momento. La gente no tiene dinero para sus necesidades básicas y en parte es normal que haya sectores como el del teatro que sufran más la crisis que otros. Aunque sí da pena que la cultura sea una de las cosas de la que la gente prescinde antes. Muchos campos de fútbol, siguen llenos. Algunos restaurantes también, en cambio con el mundo del espectáculo la crisis se está cebando especialmente.

¿A qué te dedicaste durante ese parón?

En este tiempo en el que paré de hacer teatro, primero pasé una temporada en Italia y luego, con unos amigos, también del mundo del teatro, decidí pasar una temporada en el campo. En Castilblanco de los Arroyos. Allí comenzaron a surgir ideas y aquí estamos de nuevo.

¿Cómo fue la vuelta?

Bien, bien. Hacer teatro es como montar en bicicleta. No se olvida. Si lo llevas dentro como es mi caso, da igual que hayas estado dos años sin crear nada, sin pisar un escenario… Vuelves con más ganas, con más ilusión… Y sobre todo la energía que eso es lo más importante. Es como si hubiera cargado pilas. La obra con la que volví “Asesinatos en el nº 19” la verdad es que gustó mucho y así da gusto volver.  

¿Cómo surge el proyecto del Teatro Mínimo?

Pues ahora estamos con la tercera edición de este TEATRO MÍNIMO. Cada Teatro Mínimo trata sobre un tema fijo. La primera edición fue sobre política, la segunda sobre religión y esta tercera sobre economía. Esta tercera edición se está celebrando en la sala “Un gato en bicicleta”, en la calle Regina.

La gente que está haciendo este concepto que hemos bautizado como Teatro Mínimo es sobre todo gente de compañías profesionales. Que han estado en compañías importantes o en compañías públicas y con los recortes la han eliminado. Se han quedado sin trabajo y el teatro mínimo surge un poco de eso, de la necesidad de seguir creando y de seguir estando en contacto con el público y se hace con poco presupuesto pero con mucha voluntad. La verdad es que estamos encantados con la respuesta de la gente. Los precios de las entradas son muy económicos, en torno a cuatro euros por cada obra que se quiera ver y eso facilita que la gente se esté animando a vernos. Ah!, y con la entrada invitamos a una copita de vino…

Eso, sí. Ahora en esta tercera edición, la cosa está funcionando algo peor que en las dos primeras. La segunda edición. La que hicimos en la Sala El Cachorro en la que yo dirigí “Culto a la Abundancia” funcionó realmente bien. Yo creo que está coincidiendo que hay muchas actividades programadas con motivos de la navidad. Los belenes, las compras, las comidas de empresa… La gente estos días cambia un poco el chip y no son unas buenas fechas para el teatro. Esperemos que a partir de enero la cosa vuelva a ser como lo ha sido en noviembre, que ha funcionado realmente bien este proyecto.

Y en esta tercera edición no diriges. Actúas…

Sí. La verdad es que me apetecía. Como dramaturgo, quizás lo que más me gusta sea la dirección y escribir obras pero en esta ocasión tenía el gusanillo de pisar los escenarios también y me lo estoy pasando muy bien haciéndola… Hago de travesti (se ríe). Me maquillo, me visto… La verdad es que sí, que estoy disfrutando actuando. Uno siempre se siente actor, aunque como te decía, si me dan a elegir me quedo con escribir historias.

¿Qué nos puedes contar de la obra?

Pues la obra se llama “Más maja que las pesetas”  y es un cabaret en decadencia que recibe la visita de un político y termina recibiendo una ayuda y una subvención y convirtiendo el cuplé como patrimonio cultural. Es una crítica a cómo se mueven algunas cosas. Al tráfico de influencias y todas esas cosas que están ahora tan en boca de todos.

Después de “Culto a la abundancia” vuelves a repetir con Javier Berger…

Sí. La verdad es que nos entendemos muy bien. Los textos que escribe son realmente buenos, y así da gusto trabajar. En “Culto a la abundancia”, tuve la suerte de dirigir sobre un texto suyo y me di cuenta de lo bueno que es. Ahora, en esta ocasión él ha tomado las riendas en la dirección también y nos compenetramos bien.

Cuando acabe este Teatro Mínimo ¿Cuáles son tus planes?

Estamos barajando volver a llevar a cabo las funciones de “Asesinatos en el nº19” otra vez porque como te dije antes. Tuvo bastante éxito y hay gente que se ha quedado sin verla. Por otro lado, sigo creando mis cosas. Algunos cosas que tengo en la cabeza y que algunas saldrán y otras no. Pero el caso es que pretendo no parar.

¿Qué nos puedes contar de Asesinatos en el nº 19?

Pues es una serie teatral por capítulos en la que mezclamos la comedia negra y a la que no le faltan dosis de intriga. Se compone de varios episodios y se muestran las vidas de los personajes de una casa de vecino. El protagnista de la saga es un detective “John Chukrowski” que intenta resolver los asesinatos que tienen lugar en el edificio.

Hablabas antes del fútbol como una de las actividades que restaba público al teatro ¿Lo ves como un enemigo del teatro y de la cultura?

A ver, antes que nada comentarte que yo no soy de esos artistas que son antifútbol porque no sea cultural o algo así… No me gusta ir de cultureta. Además te diré una cosa. Que yo soy del Betis!!! Ahora en serio. No es que yo siga el fútbol todos los domingos ni que me vaya la vida en ello pero sí me gusta y pienso que puede haber público para todo. Para la cultura, para el deporte… Lo que sí es verdad, es que ahora con el tema de las retransmisiones en los bares y demás, sí que parece que quita algo de público a otros eventos. Pero bueno, es algo con lo que tenemos que convivir y ya está. Peor me parecen algunos recortes que se están llevando a cabo en cultura y en educación…

¿Qué opinión tienes entonces de la situación económica y política que vivimos?

Bueno, pues la opinión de que está claro que hay algo que no está funcionando. En los movimientos del 15 M, en los que participé, creo que la gente lo dejó muy clarito. Somos muchos, pero muchos los que no comulgamos con el sistema actual. No puede ser que un político robe, que un empresario defraude y que no les pase nada. Eso es lo bueno que te ofrece una profesión como la de dramaturgo. Que te permite escribir sobre lo que te apetezca y llevar tus ideas a una obra teatral. El arte tiene que ser una ventana abierta en la que podamos criticar con nuestras creaciones aquello con lo que no estamos de acuerdo y a fe que lo estamos haciendo… Esa es una responsabilidad que los artistas tenemos, pero claro, si luego viene el político de turno y hace lo que quiera…
  
Bueno, pues buena suerte en tus futuros proyectos…

Muchas gracias. Esperemos que sí, que la cosa vaya bien. Ha sido un placer compartir este ratito con vosotros. 

FUENTES: Fuente propia, Jorge Dubarry. 
FOTOGRAFÍA: Ricardo Amillategui Soto. 

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