Jorge Dubarrry |
Desde el blog SevillaCultural, hablamos
con Jorge Dubarry, dramaturgo y director de escena, que en 1998 funda ¿Por qué teatro?
Este artista sevillano, que ha
llegado a estar un par de años alejado de los teatros, decidió volver a la actividad
y lo ha hecho con un ritmo trepidante.
En los últimos meses, Dubarry está
de actualidad por la apuesta que él
junto con otros autores sevillanos están llevando en el mundo del teatro. Se
trata del TEATRO MÍNIMO, que está llevando a cabo ahora su tercera edición. En
esta tercera fase, la obra en la que Jorge Dubarry participa es “Más maja que
las pesetas”, y no lo hace desde la dirección como hiciera en “Culto a la
Abundancia”, sino que lo hace en calidad de actor. Esta obra, escrita y
dirigida por Javier Berger, trata de política, de influencias, de subvenciones…
Algo de plena actualidad.
Buenos días Jorge. Antes que nada ¿Cómo surge Por qué Teatro? ¿Cómo
comienza todo?
Yo estudiaba en el Instituto
Severo Ochoa y allí se formó un taller de teatro en el que me inscribí y que empezó a funcionar muy bien. A través del
monitor del mismo, tuve la oportunidad de conocer a personas relacionadas con
este mundo como Francisco Torres. Enseguida comencé a hacer cosillas como unos
pasacalles en Expo Juventud, alguna colaboración con alguna compañía… Hasta que
en 1998, decido montar mi propia compañía ¿Por qué teatro? Que 14 años después
sigue funcionando. Con parones incluidos pero el caso es que ahí seguimos. Y
que dure…
¿Cómo te encuentras?
Bueno, ahora un poco resfriado
(bromea), pero bien. Muy contento de haber vuelto a la actividad, lo que pasa
es que no tengo término medio. Después del parón de casi dos años ahora estoy
que no paro. La verdad es que lo llevo con alegría pero este ritmo de las
últimas semanas con tantas funciones cansa un poco.
Cuéntanos, ¿Por qué ese parón?
Pues porque a veces las cosas no
salen como uno quiere y hay momentos en que es mejor parar, tomar aire e
impulso y con ese impulso tirar para adelante. . El teatro no está pasando por
su mejor momento. La gente no tiene dinero para sus necesidades básicas y en
parte es normal que haya sectores como el del teatro que sufran más la crisis
que otros. Aunque sí da pena que la cultura sea una de las cosas de la que la
gente prescinde antes. Muchos campos de fútbol, siguen llenos. Algunos
restaurantes también, en cambio con el mundo del espectáculo la crisis se está
cebando especialmente.
¿A qué te dedicaste durante ese parón?
En este tiempo en el que paré de
hacer teatro, primero pasé una temporada en Italia y luego, con unos amigos,
también del mundo del teatro, decidí pasar una temporada en el campo. En
Castilblanco de los Arroyos. Allí comenzaron a surgir ideas y aquí estamos de
nuevo.
¿Cómo fue la vuelta?
Bien, bien. Hacer teatro es como
montar en bicicleta. No se olvida. Si lo llevas dentro como es mi caso, da
igual que hayas estado dos años sin crear nada, sin pisar un escenario… Vuelves
con más ganas, con más ilusión… Y sobre todo la energía que eso es lo más
importante. Es como si hubiera cargado pilas. La obra con la que volví
“Asesinatos en el nº 19”
la verdad es que gustó mucho y así da gusto volver.
¿Cómo surge el proyecto del Teatro Mínimo?
Pues ahora estamos con la tercera
edición de este TEATRO MÍNIMO. Cada Teatro Mínimo trata sobre un tema fijo. La
primera edición fue sobre política, la segunda sobre religión y esta tercera
sobre economía. Esta tercera edición se está celebrando en la sala “Un gato en
bicicleta”, en la calle Regina.
La gente que está haciendo este
concepto que hemos bautizado como Teatro Mínimo es sobre todo gente de
compañías profesionales. Que han estado en compañías importantes o en compañías
públicas y con los recortes la han eliminado. Se han quedado sin trabajo y el
teatro mínimo surge un poco de eso, de la necesidad de seguir creando y de
seguir estando en contacto con el público y se hace con poco presupuesto pero
con mucha voluntad. La verdad es que estamos encantados con la respuesta de la
gente. Los precios de las entradas son muy económicos, en torno a cuatro euros
por cada obra que se quiera ver y eso facilita que la gente se esté animando a
vernos. Ah!, y con la entrada invitamos a una copita de vino…
Eso, sí. Ahora en esta tercera
edición, la cosa está funcionando algo peor que en las dos primeras. La segunda
edición. La que hicimos en la Sala El Cachorro en la que yo dirigí “Culto a la
Abundancia” funcionó realmente bien. Yo creo que está coincidiendo que hay
muchas actividades programadas con motivos de la navidad. Los belenes, las
compras, las comidas de empresa… La gente estos días cambia un poco el chip y
no son unas buenas fechas para el teatro. Esperemos que a partir de enero la
cosa vuelva a ser como lo ha sido en noviembre, que ha funcionado realmente bien
este proyecto.
Y en esta tercera edición no diriges. Actúas…
Sí. La verdad es que me apetecía.
Como dramaturgo, quizás lo que más me gusta sea la dirección y escribir obras
pero en esta ocasión tenía el gusanillo de pisar los escenarios también y me lo
estoy pasando muy bien haciéndola… Hago de travesti (se ríe). Me maquillo, me
visto… La verdad es que sí, que estoy disfrutando actuando. Uno siempre se
siente actor, aunque como te decía, si me dan a elegir me quedo con escribir
historias.
¿Qué nos puedes contar de la obra?
Pues la obra se llama “Más maja
que las pesetas” y es un cabaret en
decadencia que recibe la visita de un político y termina recibiendo una ayuda y
una subvención y convirtiendo el cuplé como patrimonio cultural. Es una crítica
a cómo se mueven algunas cosas. Al tráfico de influencias y todas esas cosas
que están ahora tan en boca de todos.
Después de “Culto a la abundancia” vuelves a repetir con Javier Berger…
Sí. La verdad es que nos
entendemos muy bien. Los textos que escribe son realmente buenos, y así da
gusto trabajar. En “Culto a la abundancia”, tuve la suerte de dirigir sobre un
texto suyo y me di cuenta de lo bueno que es. Ahora, en esta ocasión él ha
tomado las riendas en la dirección también y nos compenetramos bien.
Cuando acabe este Teatro Mínimo ¿Cuáles son tus planes?
Estamos barajando volver a llevar
a cabo las funciones de “Asesinatos en
el nº19” otra vez porque como te dije antes. Tuvo bastante éxito y hay gente
que se ha quedado sin verla. Por otro lado, sigo creando mis cosas. Algunos
cosas que tengo en la cabeza y que algunas saldrán y otras no. Pero el caso es
que pretendo no parar.
¿Qué nos puedes contar de
Asesinatos en el nº 19?
Pues es una serie teatral por capítulos en la que mezclamos
la comedia negra y a la que no le faltan dosis de intriga. Se compone de varios
episodios y se muestran las vidas de los personajes de una casa de vecino. El
protagnista de la saga es un detective “John Chukrowski” que intenta resolver
los asesinatos que tienen lugar en el edificio.
Hablabas antes del fútbol como una de las actividades que restaba
público al teatro ¿Lo ves como un enemigo del teatro y de la cultura?
A ver, antes que nada comentarte
que yo no soy de esos artistas que son antifútbol porque no sea cultural o algo
así… No me gusta ir de cultureta. Además te diré una cosa. Que yo soy del
Betis!!! Ahora en serio. No es que yo siga el fútbol todos los domingos ni que
me vaya la vida en ello pero sí me gusta y pienso que puede haber público para
todo. Para la cultura, para el deporte… Lo que sí es verdad, es que ahora con
el tema de las retransmisiones en los bares y demás, sí que parece que quita
algo de público a otros eventos. Pero bueno, es algo con lo que tenemos que
convivir y ya está. Peor me parecen algunos recortes que se están llevando a
cabo en cultura y en educación…
¿Qué opinión tienes entonces de la situación económica y política que
vivimos?
Bueno, pues la opinión de que
está claro que hay algo que no está funcionando. En los movimientos del 15 M , en los que participé,
creo que la gente lo dejó muy clarito. Somos muchos, pero muchos los que no
comulgamos con el sistema actual. No puede ser que un político robe, que un
empresario defraude y que no les pase nada. Eso es lo bueno que te ofrece una
profesión como la de dramaturgo. Que te permite escribir sobre lo que te
apetezca y llevar tus ideas a una obra teatral. El arte tiene que ser una
ventana abierta en la que podamos criticar con nuestras creaciones aquello con
lo que no estamos de acuerdo y a fe que lo estamos haciendo… Esa es una
responsabilidad que los artistas tenemos, pero claro, si luego viene el
político de turno y hace lo que quiera…
Bueno, pues buena suerte en tus futuros proyectos…
Muchas gracias. Esperemos que sí,
que la cosa vaya bien. Ha sido un placer compartir este ratito con vosotros.
FUENTES: Fuente propia, Jorge Dubarry.
FOTOGRAFÍA: Ricardo Amillategui Soto.
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