Durante el mes de noviembre, se ha celebrado en la
Sala El Cachorro el 2º Teatro Mínimo. Este formato de teatro bautizado así por
sus creadores ha tenido una gran aceptación por parte del público. La fórmula
consiste en dos espacios y 3 obras de teatro dentro de esta pintoresca sala de la calle Procurador.
Cada obra dura veinte minutos y
el espectador puede adquirir entradas únicas para ver una de las obras al
precio de 4 euros o un bono de 10 euros para asistir a las tres. Con el precio
de la entrada, se incluye una copa de vino que, por las características de la
sala, el espectador puede degustar en este peculiar patio de butacas.
El espectador se sitúa a la misma
altura del escenario, y el número de asistentes no supera las veinticinco
personas, lo que crea un ambiente de complicidad y cercanía entre actores y público.
No hay telón, no hay gallinero. Cualquier murmullo o comentario entre los
espectadores se hace notar en la sala.
Dentro del marco de este Teatro Mínimo,
una de las obras que el público ha tenido la ocasión de disfrutar ha sido Culto a la abundancia, escrita por
Javier Berger y con el sello en la dirección del dramaturgo sevillano Jorge
Dubarry, creador de la compañía ¿Por qué Teatro?.
Esta obra en clave de comedia encierra una crítica
desmedida al sistema capitalista y a la
propia condición del ser humano y su afán de riqueza.
Culto a
la abundancia es una sátira de la situación económica actual. María J. Castañeda,
actriz única sobre el escenario, se mete en el papel de un predicador que rinde
culto a Mammon (Dios de la riqueza). Esta actriz, es capaz de llenar el
escenario y llevar por sí sola el peso de la obra.
Este pastor, juega con el público
asistente invitando a los espectadores a ser nuevos miembros de esta particular religión.
Como nuevos miembros, son bautizados, han de cantar, bailar… En definitiva se recrea
una ceremonia religiosa en la que el propio público representa el papel de los
fieles que acuden a escuchar el sermón de su pastor.
La sátira, por lo tanto, no es sólo
hacia el capitalismo, sino también hacia la forma que tienen algunas personas
de aferrarse a la religión como solución a sus problemas.
FUENTES: Fuente propia, Jorge Dubarry, director de Culto a la abundancia.
FOTOGRAFÍA: Ricardo Amillategui.
FOTOGRAFÍA: Ricardo Amillategui.
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